viernes, 17 de octubre de 2014

                     


          






PUEBLO MOTILON -BARI.



Ubicados en Colombia Norte De Santander, en la región del catatumbo, en la que se encuentra localizado el parque natural motilon-bari con una  extensión de 158.125 hectáreas,y la reserva forestal serranía de los motilones con una extensión de 552,691 hectáreas.
El catatumbo es considerado territorio ancestral indígena y el se asienta 23 resguardos de la etnia motilon -bari, al igual de cerca de 22 mil campesinos los cuales su principal fuente de sustento es la agricultura .Numerosas fuentes hidricas, la diversidad de fauna y flora y los recursos minerales como carbón y petroleo, y su condición de frontera con Venezuela a hacen del catatumbo una zona geo-estrategia del continente.



 






COSMOVISIÓN.


Cosmovisión Sabaseba, héroe mítico, moldeó y estructuró la tierra hasta darle su forma   actual. A partir de su comportamiento los barí aprendieron los rudimentos de su cultura y la forma de   explotar correctamente el ambiente. La tradición mítica reside en todos los miembros del grupo, razón por la cual no hay una figura que se designe como especialista.



el pueblo bari habita tanto en Venezuela como en Colombia, en un pueblo amerindio y habla bariara un idioma de la familia lingüística chicha, se autodenominan bari que para ellos significa : gente.

en su patrimonio inmaterial de las artesanías hay varios elementos de los queaseres cotidianos que han venido perdiendo importancia por ejemplo flechas canastas, las artesanías dentro del pueblo bari son esenciales para la supervivencia de cada individuo dentro de las comunidades 

en cuanto a la artesanías hechas por las mujeres, las cuales le enseñan a sus hijas desde muy temprana edad. se encuentras las faldas, sombreros, esteras,canastos, guayucos,collares y chinchorros.

los elementos elaborados por el hombre son: flechas, arcos , tacos, chinchorros y paletilals para el hombre barti hacer las flechas y el arco es un símbolo de supervivencia por la caza.









ECONOMÍA .



Practican la horticultura de tala y quema, la pesca y la cacería. Su cultivo tradicional es la yuca dulce, aunque se han adoptado otras especies como el plátano, el maíz, la caña y el cacao. Es frecuente la    cría de cerdos y aves de corral para su venta en el mercado. Complementan estas actividades con el jornaleo. Algunos grupos intercalan prácticas comerciales y tradicionales de subsistencia.                                                                                                                                                                                       

 VIVIENDA.                                                                                                                                                

Su patrón de residencia tradicional se caracteriza por la posesión de tres bohíos dispuestos en forma cíclica, habitados periódicamente por cada grupo local. El bohío o casa comunal -rectangular u ovalada- es el centro de la cultura y de la actividad Barí, rodeado por un conuco principal y otros secundarios.Actualmente se presenta una tendencia -impulsada por los misioneros- hacia la adopción de un patrón fijo de residencia por medio de la construcción de caseríos, en parte como estrategia de defensa del territorio que poseen. Sin embargo, en algunos lugares aún se mantienen los bohíos  estacionales, a pesar de la introducción de la ganadería y de los cultivos comerciales. Dos de sus asentamientos principales reciben el nombre de Hitayosara e Ikiakarora.



jueves, 9 de octubre de 2014

Decretos étnico 4633 de reparación de victimas indígenas del conflicto armado en Colombia









Socialización decretos étnico 4633 de reparación de victimas indígenas  del conflicto armado en Colombia.


Desde la secretaria de desarrollo social en trabajo conjunto con la unidad de reparación de victimas y la unidad de restitución de tierras efectuó un evento el día 2 de septiembre del 2014 en la torre de reloj de la ciudad de cúcuta ,  en el cual se socializo el decreto 4633 a los indígenas de la región  de norte de santander, en cual tiene como objetivo.
Desde  La ley de víctimas que el  reconocer la serie de afectaciones por razón de conflicto armado, estableciendo una serie de medidas, para mitigar el impacto de las afectaciones individuales y colectivos, el decreto hace la aclaración de que estas acciones siempre respetando el derecho propio para resolver los conflictos de los pueblos indígenas.
 Con el fin de buscar la pervivencia de esta etnias. en el proceso de  la reparación de victimas se tiene en cuenta la memoria histórica la cual contiene el reconocimiento cultural , tradiciones, valores milenarios el no perder las costumbres por esta en la ciudad .

En este orden de ideas se hace  referencia  a pautas para detectar las entidades encargadas de la reparación  es decir confrontar al estado para el cumplimiento de las leyes y si no acudir a entidades internacionales, se tienen en cuenta en el marco de la ley las victimas individuales y colectivas  con enfoque diferencial y desde la acción sin daño  par asi pasar de la guerra a la paz.

Las medidas de atención integral, protección, reparación integral y restitución de derechos territoriales para pueblos y comunidades indígenas como sujetos colectivos y para sus integrantes individualmente considerados, serán acordes con los valores culturales de cada pueblo y garantizarán el derecho a la identidad cultural, a la autonomía, a las instituciones propias, a sus territorios, a sus sistemas jurídicos propios, a la igualdad material y a la pervivencia física y cultural, de conformidad con la dignidad humana, el principio constitucional del pluralismo étnico y cultural y el respeto de la diferencia.







El decreto tiene por objeto generar el marco legal e institucional de la política pública de atención integral, protección, reparación integral y restitución de derechos territoriales para los pueblos y comunidades indígenas como sujetos colectivos y a sus integrantes individualmente considerados, de conformidad con la Constitución Política, la Ley de Origen, la Ley Natural, el Derecho Mayor o el Derecho Propio, y tomando en consideración los instrumentos internacionales que hacen parte del bloque de constitucionalidad, las leyes, la jurisprudencia, los principios internacionales a la verdad, a la justicia, a la reparación y a las garantías de no repetición, respetando su cultura, existencia material e incluyendo sus derechos como víctimas de violaciones graves y manifiestas de normas internacionales de derechos humanos o infracciones al Derecho Internacional Humanitario y dignificar a los pueblos indígenas a través de sus derechos ancestrales.








miércoles, 8 de octubre de 2014

NORTE DE SANTANDER Y SU PERIODO INDÍGENA






POBLACIÓN INDÍGENA DE NORTE DE SANTANDER .


El territorio Norte Santandereano estaba habitado durante la época precolombina por los indios chitareros, de ascendencia chibcha  y por los motilones descendientes de los caribes, que se refugiaron en las cumbres de la serranía del mismo nombre. Aunque conservaban costumbres y tradiciones de pueblos nómadas, eran también agricultores y grandes artesanos. Estas dos familias indígenas ocuparon la comarca irrigada por los ríos Zulia, Tarra, Sardinata, Catatumbo, Pamplonita Y Táchira.


ETNIAS

BARI.

La etnia del territorio ha sido identificada con varios nombres. El más común, motilón, es una denominación genérica con la cual los no indígenas han llamado a varios grupos nativos pertenecientes a diferentes etnias, en la serranía de los motilones, en el departamento del Cesar, los yuko o yukpa, y más al sur, en la serranía del perijá, los barí.

Relacionado con este grupo, también aparecen en algunos estudios históricos, una serie de nombres: [dobokubi] y [kunaguasaya] que si bien es cierto son palabras de la lengua de los barí; no designan a toda la etnia o se aplican a grupos de seres míticos que "existen" en la cotidianidad de la etnia barí, que conviven en su mundo y forman parte del conjunto de entidades míticas. El término barí significa "gente" en lengua barí, y es una denominación endógena con el cual toda la etnia se identifica así misma. Corresponde únicamente al grupo cuyo origen se remonta a aquel primer grupo humano que descendió y permaneció junto a [sabaseba], [bruktukanina] y [kairobaina], las primeras deidades que presidieron la formación del mundo. Los demás grupos descendientes de ese primero, pero que se dispersaron a causa de un engaño, son denominados [megba-barí], esto es, otra gente indígena. La gente barí se encontraba hasta el inicio de la ocupación hispánica en amplios valles bajos y en la zona selvática de la cuenca del Catatumbo, en un perímetro que iba desde los ríos Zulia y Chamá al sur del lago de Maracaibo en Venezuela, hasta las estribaciones de la sierra de Perijá por el occidente, siguiendo hasta el río Apón y el costado oeste del lago de Maracaibo.

Los estimativos territoriales de la etnia bari a finales del siglo XVI y principios del XVII, pueden hacerse a partir de la información etnohistórica disponible, sobre las prolongadas e innumerables campañas de pacificación indígena, proyectadas y ejecutadas desde los asentamientos o fuertes militares hispánicos de Salazar de Las Palmas, la Villa de San Cristóbal, Mérida, la Grita y San Faustino de los Ríos para la segunda mitad del siglo XVII. Estas ciudades, y en particular las dos últimas, continuamente hostigaron el pueblo barí ocasionándole gran desgaste, como bien se puede ver en los informes de mando de los virreyes del Nuevo Reino.

La etnia barí en Colombia hoy ocupa sólo las regiones más septentrionales del departamento, en una zona de selva tropical húmeda que va desde las estribaciones de la Serranía del Perijá en el occidente, hasta el río Catatumbo, Caño Tomás y río de Oro al oriente en los límites con Venezuela, y que comprende además los ríos Intermedio, Suroeste y Caño Martillo. El territorio es montañoso y ondulado con llanuras pequeñas, cubierto en las partes no cultivadas por selva medianamente espesa y con árboles de regular altura. Su altitud sobre el nivel del mar oscila entre los 200 y 300 metros y su temperatura entre los 19 y 35 grados c
entígrados. Este territorio jurídicamente está constituido en dos resguardos. Uno, con una extensión aproximada de 83.000 hectáreas y otro al sur, en la margen izquierda del río Catatumbo, con una extensión de 13.300 hectáreas. En la actualidad, la comunidad participa en las conversaciones y actividades encaminadas a concretar la aplicación de la normatividad existente sobre el reordenamiento territorial indígena en Colombia, para definir las entidades territoriales indígenas, entes que eleven el estatus jurídico y político de estos territorios reconociéndolos como una nación con gobierno autónomo facultado para manejar su propio presupuesto.

La población barí en Colombia, según el censo realizado por la comisión de asuntos indígenas en 1991, llega a los 900 habitantes y se encuentra distribuida en 11 asentamientos independientes situados cerca del lindero de los resguardos. El estudio de esta sociedad y su cultura debe inscribirse en el marco general del desarrollo de la sociedad barí y su interrelación con la sociedad dominante. Su condición de cultura minoritaria incluida en un proyecto social más amplio, obliga a hacer el análisis de interculturalidad. En la actualidad se pueden señalar tres sectores, en distinto grado de contacto con la sociedad no indígena. En el primero se encuentran los asentamientos que han tenido mayor oportunidad de contacto con los núcleos de colonización y de influencia misionera: [bekboqkjira] catalaura y [baqkuboujira] sobre el río Catatumbo, [korrokaira] en la Serranía del Perijá. Aquí, la presión cultural ejercida por la población campesina, involucrada en la ampliación de la frontera agrícola, por una parte, y por otra la acción directa de las misiones católicas con la congregación de las misiones, han sido los principales elementos externos impulsores del proceso que nos ocupa.
 En el segundo, se encuentran los asentamientos en los que el contacto con los núcleos de colonización ha sido menos propia y mejor controlado por la misma comunidad y en los que, más que misionera, la influencia ha sido la del individuo, agente externo de gran ascendiente sobre la comunidad, como en [ikkiakarora], [kaaqbarikaira], [siukbaqbarina] y demás asentamientos de los valles de río de Oro, Caño Tomás y Caño Tigre. Aquí el principal elemento externo impulsor de la aculturación ha sido el señor Bruce Olson, quien ha adelantado o apoyado, desde la década de los sesenta, programas encaminados a "promover el desarrollo" de la comunidad en determinados aspectos, considerados por él los más importantes (construcción de viviendas convencionales, educación de jóvenes en centros urbanos, consecución de ente y maestros, etc.), y a la luz de las orientaciones que conciben la integración u "occidentalización" de los grupos étnicos indígenas, como la mejor vía para elevar el nivel de vida en la comunidad.

En el tercero, se encuentran los asentamientos de más difícil acceso geográfico, lo que los ha mantenido relativamente aislados de los núcleos de colonización y de la acción de otros agentes externos: [itirridakaira], [baqtuina] y [birikaira]. La relación que se ha dado en este proceso, no es de una verdadera interculturalidad en el sentido de un intercambio consciente y equitativo entre culturas, resultante del reconocimiento y la valoración mutua, sino más bien una relación de aculturación, en la que todos los componentes de la cultura han sufrido cambios variando todo el sistema cultural.

Elementos tradicionales.




El idioma barí, cestería y tejido de la falda tradicional en algodón, competencias de carreras y lucha libre, prácticas rituales y algunos elementos de medicina tradicional, cosmovisión y prácticas rituales (orígenes y muerte), actividades de caza y pesca como medios de subsistencia, utilización del arco y la flecha, pesca con chuzo y método de "tupia" o pequeños embalses, el bohío o vivienda comunitaria tradicional, hábitos alimenticios, entre otros .


                                                                                      LOS U'WA


La creación según el pueblo uwa.
En un principio todo era tinieblas. El padre eterno Sira y la madre celestial Rairia quisieron poner orden en el caos. ¿Qué hacer? Sira mascó ayo (hoja de coca) y supo el qué, el cómo y el porqué. De arriba hacia abajo y con otros siete dioses menores, se dieron a la formación del mundo.
Uno por uno, y todos con un fin, fueron creando los cerros, los minerales, los vegetales, las aguas, los animales, el petróleo, etc. Y Sira pensó: "mi trabajo ya terminé, no tengo más. ¿A quién se lo voy a entregar?". Entonces Sira pensó en los u’wa: "Estos son los que van a cuidar y mantener todo lo que hemos hecho" y puso ocho clanes sobre el centro del mundo, donde él ya sabia que llegarían los españoles y otros colonos "aquí no podrán tocar ellos. En otra parte tienen autorización, pero acá no", sentenció, y su palabra habrá de cumplirse hasta el final de los tiempos, cuando ya no haya más u’wa en la tierra para cuidarla.

A los defensores del orden creado Sira entregó un territorio bien delimitado por ríos y cordilleras, con tierras bajas y altas para que se desplazaran a su antojo, produciendo lo que necesitaran para supervivir, conscientes de que el planeta  también es un ser vivo que se cansa, por lo tanto hay que darle reposo. “La tierra, que es madre, entregó en manos de ustedes para que la cuiden y se beneficien de ella”, dijo el eterno a todos los u’wa. Y ellos así lo cumplen, de generación en generación desde el momento mismo del primer soplo de vida. Tal como el riowa (hombre blanco) tiene sus escrituras sagradas y públicas, nosotros tenemos palabra mayor desde nuestra creación, directamente del padre del cielo. Con ella demostramos nuestra propiedad ancestral y nuestras creencias.”

Según la cosmovisión u’wa, los pueblos indígenas han sido puestos cada uno con una misión particular (los barí, por ejemplo, tuvieron desde el principio una labor militar de defensa). Pero a los u’wa les fueron asignados el pensamiento y la sabiduría, como armas para desempeñar su función. Así como a los riowa dio Sira riqueza material, a los u’wa les dio conocimiento. Por no respetar la sangre en las venas, el petróleo sobre el cual está cimentado el mundo visible, y sin el cual todo se seca, el organismo herido se enoja, tose, se bate para quitarse de encima a los invasores. Eso explica los huracanes, los terremotos, las inundaciones "la naturaleza se está vengando de lo que hacen con ella", dice con tono severo Caya Bókota, una u’wa que no por vivir en el mundo riowa en Cubará (boyacá), ha perdido la perspectiva de la misión de su pueblo.

Al ponerles sobre el mundo y asignarles su tarea vital y perpetua, Sira dio a los u’wa una carta de propiedad sobre sus campos sagrados, que han sido considerados por el estado como tierras baldías y por el colono como monte, tierra inculta. Hoy por hoy, cerca de 9.000 indígenas que conforman este pueblo viven en los límites de lo que alguna vez dieron en llamar Colombia y Venezuela pero, nunca ha dejado de ser el centro de la creación. No están en el desierto ni tienen que caminar para llegar a su tierra prometida que fluye leche y miel, porque la poseen por heredad divina y no la han abandonado a pesar de que han llegado con cruz y fuego (y más recientemente con proyectos petroleros) a expulsarles. Si algún balance se mantiene hasta ahora a pesar del abuso de la explotación de recursos naturales en el mundo, es por las vigilias y los cantos rituales de los warjeyá, que han evitado el fin.






informacion tomada de: http://www.todacolombia.com/etnias/gruposindigenas/bari.html